Este post es fruto de dos factores: no saber qué escribir y recurrir a algo que me encanta para disfrutar escribiendo. Afortunadamente me encantan muchas cosas: la filosofía, las patatas fritas, las ediciones de libros bien hechas (placer que fácilmente convierto en frustración), la antropología, los portaminas feos (sic), las croquetas veganas (sic), la literatura… No necesariamente en ese orden. Creo.
Sería muy interesante relacionar las croquetas con los recursos humanos, fácilmente se me ocurre que la bechamel bien hecha sería una metáfora de una cultura organizacional consistente y los tropezones las personas que construyen un equipo sólido. Sin embargo, he preferido decantarme por la literatura y otras artes. Concretamente, por el arte que hasta hace poco nos hemos perdido de la Generación del 27.
La Generación del 27 siempre se relacionó con literatos y otros artistas hombres: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Dámaso Alonso… ¿se te ocurre alguna mujer que formase parte de esa generación? Sin googlear probablemente no, sin embargo, las había: novelistas, filósofas, pintoras, poetas, escultoras…No solo existían, sino que tenían éxito y revolucionaron las normas de la España de los años 20 y 30 con su talento y acción social. Fueron, son, las Sinsombrero: Concha Méndez, Rosa Chacel, Maruja Mallo, María Teresa León, Ernestina de Champourcín, María Zambrano…
Imaginaos cuánto talento oculto, cuánto conocimiento se está perdiendo en los institutos hasta que los libros de texto las mencionen, cuánto arte vetado. Y al igual que ellas, muchas otras mujeres que hicieron historia pero que nunca formarán parte de ella si no las mencionamos.
El talento es fundamental para el crecimiento organizacional, pero también en las organizaciones se desperdicia. En algunos casos son lxs managers quienes obstaculizan el talento, «eso no funcionará», «te falta experiencia»; en otros casos, ni lxs propios empleadxs reconocen cuáles son sus talentos.
Reconoce las fortalezas
Identifica las fortalezas de cada empleadx y haz hincapié en ellas. No escatimes en feedback positivo y dedica tiempo a preguntarle cómo realiza las tareas relacionadas con esos puntos fuertes. Las preguntas acerca de sus mejores habilidades os harán tomar conciencia sobre qué nuevas tareas podría llevar a cabo. ¡Incluso puedes ofrecerle que enseñe a sus colegas!
La manera más ágil para descubrir cuáles son esas fortalezas es realizando evaluaciones del desempeño. Los resultados nos aportan la información necesaria para hacer brillar el talento y dirigir las reuniones de feedback de la forma más eficiente.
Identifica pasiones
Para asignar estratégicamente a cada empleadx el proyecto adecuado, nos ayudará saber qué le gusta hacer -en el trabajo y fuera de él-, qué tareas disfruta más o qué proyectos le motivan. Si a una persona le gustan los idiomas, podemos asignarles a los clientes internacionales; si a alguien le gusta escribir, puede encargarse de la creación de contenidos; y si tenemos la suerte de que a alguien le guste la repostería…¡podemos invitarle a que lleve dulces a la oficina de vez en cuando y mejorar la cultura organizacional y la comunicación interna!
Además de saber qué tareas pueden ser las más adecuadas para cada persona, con toda esta información será mucho más fácil acertar con su regalo de cumpleaños 😉
Alienta el crecimiento
Debemos estimular en cada unx de nuestrxs colaboradorxs el compromiso por su desarrollo personal y organizacional. Las ganas de aprender, de mejorar, de innovar…, no solo aportan valor al trabajo individual, también a la cultura de empresa.
Desenvolver el talento implicar desarrollar conocimientos y competencias para alcanzar nuestro potencial.
Formación
Facilita el intercambio de conocimientos para que cada empleadx tenga en la organización un/a mentor/a con las habilidades que desea adquirir. En Zappos tienen una «lista de deseos» disponible para toda la organización para que lxs empleadxs publiquen qué les interesa aprender y así conectarse con aquellas personas que tienen esas habilidades.
El intercambio de conocimientos facilita que el talento aflore pero también fortalece los lazos entre colegas y ayuda a colaboradorxs y responsables a reconocer y desarrollar talentos individuales y conjuntos.
Recuerda que el talento no es estático, solo a través del aprendizaje y el trabajo podremos desarrollarlo.
Selección
He dejado para el final lo principal: la selección de personas. Ya es hora de hacer un cambio de mentalidad real y no dejarla solo para las menciones a Google: olvidémonos de si lxs candidatxs tienen o no títulos universitarios si tienen las habilidades para llevar a cabo las tareas que les vamos a asignar y si tienen una mentalidad y un comportamiento acorde con nuestra cultura organizacional.
Todxs tenemos la capacidad de mejorar, crecer y alcanzar nuestro máximo potencial. ¡Identificar el talento de nuestro equipo es el primer paso!
¿Sabes por qué a las mujeres de la Generación del 27 se las conoce como las Sinsombrero? Cuando todo el mundo debía llevar sombrero como diferencia social, a Maruja Mallo, Margarita Manso, Dalí y Lorca -paseando por la Puerta del Sol- se les ocurrió quitarse el sombrero. Lxs apedrearon e insultaron como si quitarse el sombrero fuese una manifestación del tercer sexo. Te invito a que te empapes del talento de estas mujeres a través de este documental. Y, ya que estamos, a que te quites el sombrero y luzcas tu talento.